Los niños de hoy mantienen un ritmo diario con responsabilidades que los dejan sin tener demasiados tiempos y espacios libres. Por es de gran importancia que aprendan a compartir y vivir juegos al aire libre y sin estructuras; una forma de poder comenzar es participar de diferentes actividades.
Las actividades y juegos libres sin estructurar logran una contribución en la vida del niño esencial, primero que son juegos sanos y logran que los niños alcancen metas sociales, emocionales y cognitivas importantes en su desarrollo, logran desenvolver habilidades para aprender a adaptarse a diferentes circunstancias.
Los niños de hoy están en constante movimiento, sus horarios colmados con actividades escolares y extraescolares, clases de música, idioma, deportes, etc. El tiempo de los niños está perdiendo la espontaneidad, conllevando a una carencia de juegos de antes.
"La eliminación de los juegos es tan prejudicial para el desarrollo saludable de los niños, si no más, que la prisa para que los niños crezcan demasiado deprisa demasiado pronto"
Diversos analistas sostienen que es de mucha ayuda los campamentos, ya que estos generan una dispersión de las actividades diarias de los niños, siendo que también logran volver a familiarizarse con la naturaleza, con la importancia de la amistad, la cooperación, el trabajo en equipo. Las actividades realizadas en los campamentos representan una manera de aprender muy importante contribuyendo de manera enorme al desarrollo físico, emocional, social e intelectual saludable de los niños.
Claro está que no solo las actividades al aire libre son las que pueden hacer un mejor desarrollo físico, cognitivo, intelectual social de nuestros hijos.
También pueden desarrollarse otro tipo de actividades:
Reduzca el tiempo para ver la televisión y sustitúyalo por juegos. Ofrezca a sus hijos el tiempo, el lugar y los materiales para que participen en el mundo de la fantasía, expresen su individualidad y crezcan física, emocional e intelectualmente a través de los juegos.
Organice encuentros con otros niños de su edad y deje que sean ellos los que decidan el tipo de juegos en los que quieren participar. A los niños de la misma edad les gusta jugar juntos. Estos niños tienen el mismo nivel de destrezas y crean una relación de autoridad mutua. Es importante para los niños participar en juegos con sus compañeros para poder establecer una alianza que crecerá a medida que ellos crezcan.
Evite que tengan demasiados juguetes con demasiada frecuencia. Jugar con juguetes es la manera en la que los niños alimentan su disposición para usar la imaginación y la fantasía. Esta capacidad sólo se puede desarrollar completamente a través de la práctica. En lo que se refiere a los juguetes, menos es más. Los niños se sienten fácilmente abrumados por la multitud de juguetes y acaban pasando de un juguete a otro sin disfrutar de ninguno concreto. Asegúrese de que los juguetes que compra proporcionan inspiración imaginativa, no sólo diversión o distracción momentánea.
Cuidado con planear demasiadas actividades. Hoy en día, los padres están demasiado preocupados de que sus hijos triunfen en una economía global cada vez más competitiva. Asegúrese de que sus hijos tengan tiempo libre y sin programar todos los días. Permita que su hijo elija la actividad que quiera para ocupar ese tiempo y proporcione los materiales, que fomentan la expresión creativa y los juegos imaginativos.
Explore la naturaleza. Tanto para niños como para adultos, la naturaleza puede ofrecer infinita inspiración y gozo. Lleve a sus hijos al parque o a hacer una caminata. Anímelos a que hagan preguntas y a que jueguen en la naturaleza. Subirse a un árbol y jugar juegos con plantas y tierra son maneras simples, divertidas e importantes de que su hijo se familiarice con la naturaleza. La relación con la naturaleza enseña a los niños sobre las similitudes y las diferencias, y sobre la constancia más allá del cambio. Estos conceptos son una preparación importante para construir las unidades básicas de las matemáticas, la lectura y las ciencias.
Artículo realizado en base al libro "The power of play" escrito por el Dr. David Elkind
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